12 feb 2012

Maletas y mudanza

No tengo refri. 
Mucho menos pantalla plana.

Las maletas aún guardan cosas
y la sala está llena de cajas de mudanza.

Estoy sin Internet,
sin televisión por cable
y sin mascota.

Pero estoy yo.

Con una cama recién armada,
una vajilla nueva,
un único juego de llaves.

Aprendiendo, a oscuras,
los rincones de la casa.

Estoy yo, conmigo misma.

Con mis palabras y mi discurso.

Mis papeles viejos,
la pijama favorita
y una cobija quinceañera.

Yo, con mis libros y un baúl.

Con Sabina y con Sinatra.

Y el recuerdo de los años bien vividos.
Y las ganas de vivir los años que faltan.

Estoy yo, conmigo misma.

Con mis maletas y mi mudanza.

Yo. Y eso basta. 

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